El campo y su propuesta de valor.

Hace unos días me hallaba realizando un curso sobre emprendimiento rural cuando hablamos de qué es una propuesta de valor y porqué es tan importante tener una en el mundo del marketing.
Cuando intentamos vender un producto o servicio, necesitamos hacer ver de forma clara qué es, para qué sirve, cuáles son sus cualidades pero, sobre todo, qué lo hace distinto del resto, de su competencia.
Como técnico rural, en mi día a día acojo los deseos y expectativas de personas que desean que su proyecto de vida se desarrolle en lo rural, todas ellas con visiones muy distintas de cuál es la propuesta de valor que les ofrece el campo. En este sentido mi labor se reduce a regular estas expectativas y a acompañarlos en su proceso. Sin embargo, también tropiezo en ocasiones con personas que, contaminadas por el sensacionalismo de la televisión y los medios, reducen la propuesta de valor del campo a una vivienda gratuita, un descuento en sus facturas… En lo rural no se regala nada, lo rural es un regalo en sí mismo. Lo rural no necesita de personas que precisen ser pagadas o recompensadas para vivir en él porque esto supone un sacrificio, lo rural necesita de personas que reconozcan el valor de vivir en el campo como cualquier otra elección de forma de vida, y que quieran sumar a este valor. Lo rural no necesita de personas que sientan que no tienen nada, que huyan de sus problemas y realidades y piensen que el campo se lo dará todo. Lo rural necesita de personas que, teniendo o no un estilo de vida previo diferente, decidan quedarse en él por el balance de pros y contras que supone para ellos en su vida, que reconozcan el campo con sus luces y sombras, que lo acepten y lo abracen en su día a día.
Cierto es que si bien vivir en lo rural es una decisión tal como lo es vivir en lo urbano, existen barreras para poder desarrollarnos en los pueblos y proyecto arraigo, entre otras muchas medidas contra la despoblación, pretende balancear esas barreras con fortalezas.
Nuestro deseo es que rurales y urbanitas puedan decidir en igualdad de derechos y recursos dónde desarrollar sus proyectos de vida. No pretendemos convertir los pueblos en ciudades y sabemos que es descabellado pensar que todas las zonas pueden estar pobladas por igual y que esto tampoco sería positivo. Sin embargo, sí apostamos por todas aquellas personas que desean mantener vivo su pueblo y aquellas que creen que otro estilo de vida debería también ser posible.
Porque puede que te encuentres deseando escaparte cada fin de semana de tu vida de asfalto a un sendero más verdoso y amable.
Porque puede que te sientas solo en medio de tanta gente y añores el cariño estrecho de una comunidad de vecinos.
Porque puede que en tu día a día te encuentres corriendo de un lado para otro, estando en todos lados sin estar verdaderamente en ninguna parte.
Porque puede que no te encuentres competente entre tanta competencia, y que en otro lugar haya personas para las que tus cualidades, habilidades o servicios sean una bendición.
Porque puede que necesites sentir que perteneces a un lugar por algo más que tu nombre escrito en el buzón de correos, que quieras formar una parte activa e importante del lugar en el que vives.
Porque puede que seas de esos a los que ese fin de semana al mes se les quede corto, porque necesitas darle la vuelta a esa rueda y, en vez de escaparte un fin de semana a un pueblo perdido y vivir el resto del mes en la ciudad, deseas vivir todos los días en el pueblo y perderte una vez al mes en la ciudad.
Porque puede que tú también seas una propuesta más de valor para el campo.
Porque lo rural no es sin ti y tú no eres sin lo rural.
Bienvenido a proyecto arraigo.

Escrito por: Rosa Bonet Asensio

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Esta entrada tiene un comentario

  1. Javier alexander

    Quisiera formar parte me interesa

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